Los chicos del coro.

 

Hoy os voy a hablar de una de mis películas favoritas, cuando era pequeña la veía todos los veranos (no sé porque en verano, era para mi como esas típicas películas que dices, son de navidad, pues esta de verano jeje)

Se trata de los Chicos del Coro, cuando era pequeña no sé que veía en esa manera de enseñar, pero ya veía algo, era una película que mas que gustarme me ponía feliz. Y fuera sentimentalismos… yo la incluiría dentro de la categoría de Pedagogía activa, el internado en el que transcurre es muy estricto, pero de repente llega Mathieu, un profesor de música en paro que va como vigilante, y podríamos decir que cambia a una “nueva escuela”, se centra en los alumnos y quiere sacar lo mejor de cada uno, todo mediante la música (una de las cosas que hace tan bonita esta película).

Vemos como Mathieu siempre está protegiendo a los chicos, ellos son los protagonistas de la educación, les protege del director, pero él sigue explicando lo que hacen mal, les esta educando. Ya desde el principio protege a los alumnos del director cuando le quitan la cartera, esto no quita que se enfade y que se les muestre su descontento con su actuación. Ya que mientras que todos los profesores les dan por perdidos Mathieu se da cuenta de que estos niños tienen aspiraciones.

“No cantan bien, pero cantan, incluso he notado algunas buenas voces, ¿realmente no se puede hacer nada con ellos? Yo que juré olvidarme de la música para siempre jamás. Jamás digas jamás, siempre hay cosas que intentar”