Siete medidas educativas.

 ¡Hola de nuevo! Es el momento de comentar siete medidas propuestas por el profesor en materia educativa. Empecemos.

1. Conseguir un GRAN PACTO EDUCATIVO: la educación no debería depender del tipo de gobierno que esté en el poder, cambiando según una ideología u otra. Se tendrían que establecer una serie de criterios mínimos que fueran elaborados por verdaderos profesionales de la enseñanza al margen de su ideología política, aplicándose tanto en el ámbito público como privado.”

 “Nadie gana cuando la educación se usa como herramienta para dividirnos”

Como ya hemos visto desde 1857 hasta 1980 hubo dos Leyes Reguladoras del Sistema Educativo, la Ley Moyano y la Ley General de Educación. Esto no ha ocurrido desde que comenzó la democracia, cada partido en el poder idea una nueva Ley en materia de Educación, esto es fácilmente entendible, como ya sabemos Educación y Sociedad van de la mano y cada partido quiere que la sociedad sea de una determinada manera para lo cual hay que educar de esa determinada manera, pero no podemos olvidar que formamos a niños y adolescentes individuales que tienen que aprender a pensar por sí mismos y determinar que papel quieren tomar en la sociedad. En política muchas veces se trata de a ver “quien puede más” por lo que un pacto educativo inamovible es impensable, sin embargo, si que se deberían sentar unas bases de manera que no cada 4 años docentes y alumnos se enfrenten a una nueva reforma en función de quienes están en el poder.

2. MEJORAR LA MOTIVACIÓN: todo niño debería ir motivado a la escuela, con ganas de aprender y pasárselo bien. La escuela debería ser un entorno seguro en el que los niños pudiesen expresarse con libertad. En Finlandia hay dos psicólogos y un trabajador social por cada centro escolar, lo que permite detectar rápidamente dificultades de todo tipo en los estudiantes. En España hay casos de un psicólogo por cada tres centros, lo que provoca que solo puedan ser atendidos los casos mas graves y los demás pasen inadvertidos pudiéndose agravar la situación posteriormente.

Para comentar esta medida contrapongo los dos artículos propuestos, el primero un profesor español, Cesar Bona, nominado al Global Teacher Prize que hace que sus alumnos aprendan de manera divertida y por otra parte, los profesores de Corea del Sur, ganan varios millones, sin embargo, es el lugar con mas alumnos infelices. Desde mi punto de vista, ambos casos serían  los extremos, el primer caso está muy bien y podría llegar a pensar “todos los profesores han de ser así”, pero matizo ciertos puntos, él es profesor de primaria, son niños pequeños, sobre ellos influye el contenido, esas bases previas que necesitan para el futuro, pero en mi humilde opinión, importa lo mismo o más, que sean felices, que jueguen, que aprendan a relacionarse de manera saludable. En Secundaria, todos estos puntos son importantísimos, pero los adolescentes se están formando para un futuro mas inminente, en el que ser autónomos, encontrar un trabajo etc., por lo que dar las clases de manera original que aprendan y se diviertan muchas veces no es tan sencillo, se requiere esfuerzo y a veces cuesta, no obstante, no hay que perder de vista que la meta (y el camino también, por supuesto) va a ser muy gratificante. Me he extendido… pero mi conclusión es que en el punto medio ¡está la virtud! 

3. FAMILIAS MÁS PRESENTES en la escuela: la familia y la escuela no pueden ir separadas. Los dos son pilares fundamentales para la educación de los niños. Se debería de involucrar más a las familias en el entorno escolar.

Tanto la familia como la escuela tienen un objetivo común: el desarrollo educativo y personal de los niños y niñas. La relación entre ambos debe ir más allá de las tutorías, tiene que haber confianza entre padres y profesores. Para los niños no debería de haber una diferencia entre estar en la escuela y el resto del día, se están formando continuamente y en ambos espacios cuentan con personas que quieren lo mejor para ellos, por tanto, si se demuestran incongruencias entre ambas partes el que sale perjudicado es el niño, lo cual no es el objetivo ni de la escuela ni de su familia. Para lograrlo, desde mi punto de vista, se deberían proponer actividades originales e interesantes que motiven tanto a profesores como a padres a participar. Pero, sobre todo, ambos deben de estar dispuestos a ello.

4. MAYOR INVERSIÓN en educación: la educación es un derecho básico y fundamental para el desarrollo. Se debería invertir en ella y no recortar.

La inversión en educación es una inversión MUY rentable, ya que se generan jóvenes con una buena formación que garantizarán el éxito de la sociedad. En España esta inversión sigue siendo muy pobre, España destino un 4,22 % del Producto Interior Bruto, desplomándose desde el comienzo de la crisis debido a los recortes (adjuntado en la gráfica) ⁽¹⁾. Ya no es solo la inversión si no los resultados que se obtienen de ese gasto, los resultados de las pruebas PISA si ponen de manifiesto la existencia de una relación positiva entre las dos variables.

5. MEJORAR LA FORMACIÓN Y VALORACIÓN DEL PROFESORADO: los profesores deberían estar mejor preparados y remunerados, recibiendo una formación práctica que les permita adaptarse a una diversidad de alumnos.

He de decir que los artículos sobre la visión que tienen una generación de profesoras de la valoración del trabajo de los docentes, y la columna sobre el “síndrome del profesor quemado” son un poco desalentadores, no obstante, en todos los aspectos de nuestra vida nos enfrentamos a retos. La mayoría estamos de acuerdo en que un profesor motivado, que es feliz en el aula, que se siente agusto y disfruta explicando desencadena una reacción positiva en los alumnos, se da un feedback (o retroalimentación) positivo, pero que al revés también ocurre. Quiero pensar que en un principio todos los profesores comienzan motivados y son una serie de circunstancias las que les hacen desencantarse, yo abogaría por alguna forma en la que el profesor se sienta respetado (no ya por sus alumnos) sino por todo el sistema, que se le apoye emocionalmente en los momentos duros, que se le den herramientas para hacerlos frente y por último pero no menos importante concienciar a los alumnos de la gran labor de un docente, y que no vean a éste como una amenaza.

6. Recuperar el valor de la CULTURA DEL ESFUERZO, incentivando en los alumnos el afán de superarse... o NO…

Actualmente hay mucha facilidad para acceder a la información (veraz o no, ese es otro tema…) lo que puede hacer que se diluya esa “cultura del esfuerzo”, podemos encontrar casi de todo a golpe de click, sin embargo ¿esto genera ciudadanos autónomos y capaces? En mi opinión no ponernos a nosotros mismos un poco de presión, intentar conseguir aquello que pensamos que no podamos etc. crea individuos poco capaces. Ya que contamos con todos los medios que hace no tanto tiempo no había, deberíamos gestionar como los utilizamos de manera que no se conviertan en el camino fácil para lograr las cosas.

Cuando finalmente consigues lo que te propones a base de esfuerzo te sientes reconfortado, eso no suele pasar cuando consigues algo sin ningún tipo de esfuerzo.

7. Orientar mejor hacia el empleo optimizando el vínculo entre “educación” y “sociedad”.

La educación no puede estar al margen de la sociedad, los individuos son educados para vivir en esa sociedad a la que pertenecen, por tanto, los cambios en la sociedad afectan a la educación y viceversa. Formamos personas para que el día de mañana puedan adaptarse al sistema, encontrar un trabajo etc. Para que la búsqueda de trabajo sea mas fructífera la educación ha de estar enfocada a los tiempos cambiantes en los que nos encontramos, y como se señala en el artículo se necesitan personas con habilidades sociales, con capacidad de trabajar en equipo o liderar grupos, el trabajo lo terminarán aprendiendo en la compañía. En mi opinión, la educación y sobre todo la superior tiene que formar a gente que el día de mañana va a salir al mercado laboral y no como simples receptores de contenidos.

 

Bibliografía consultada.

1. https://www.elconfidencial.com/espana/2019-02-27/gasto-publico-educacion-pib-espana_1852158/